martes, 6 de enero de 2015

El plan Marshall: la reconstrucción europea.

El Plan Marshall (denominado oficialmente European Recovery Program o ERP) fue el principal plan de los Estados Unidos para la reconstrucción de los países europeos después de la Segunda Guerra Mundial, que a la vez estaba destinado a contener un posible avance del comunismo. La iniciativa recibió el nombre del Secretario de Estado de los Estados Unidos, George Marshall, y fue diseñada principalmente por el Departamento de Estado, en especial por William L. Clayton y George F. Kennan.

Ante la penuria europea y la imposibilidad financiera de comprar productos norteamericanos este plan de ayuda demandaba una coordinación previa de los países europeos para su aplicación.
Pese a la campaña de los partidos comunistas, dieciséis países aceptaron la ayuda y se reunieron en una Conferencia en París en septiembre de 1947. La Conferencia tenía un triple objetivo: impedir la insolvencia europea que hubiera tenido nefastas consecuencias para la economía norteamericana, prevenir la expansión del comunismo en Europa y crear una estructura que favorecieran la implantación y el mantenimiento de regímenes democráticos. Moscú pronto declinó el ofrecimiento y obligó a sus países satélites a hacer lo mismo alegando que el plan era un instrumento del imperialismo y la hegemonía americana.

El golpe comunista de Praga en febrero de 1948 precipitó la aprobación por parte del Congreso norteamericano del Plan en abril de 1948. Ese mismo mes se creó la OECE (Organización Europea de Cooperación Económica) para repartir y concretar la ayuda.

Cuando el Plan Marshall fue completado, la economía de cada país participante, con excepción de Alemania, había crecido considerablemente por encima de los niveles de la pre-guerra. Por las próxima dos décadas Europa Occidental gozaría de prosperidad y crecimiento económico. 

El plan también es visto como uno de los primeros elementos de integración europea, ya que anuló barreras comerciales y creo instituciones para coordinar la economía a nivel continental. Una consecuencia intencionada fue la adopción sistemática de técnicas administrativas norteamericanas.


Se calcula que en total supuso  una ayuda de 13.000 millones de dólares entre 1947 y 1952. El éxito del plan fue esencial para la recuperación económica y el asentamiento de los regímenes democráticos en Europa Occidental.

Sin embargo, algunos historiadores critican el Plan Marsahll, ya que creen que formó parte de una maniobra del imperialismo norteamericano para controlar a la Europa Occidental que era amenazaba por el fenómeno comunista; y por establecer una tendencia de EE.UU de ayudar a economías extranjeras con dificultades de dinero, y con consecuencias en la economía norteamericana (aumento de los impuestos a los ciudadanos de U.S.A)

Vídeo de interés aquí.

lunes, 5 de enero de 2015

Repensar la pobreza.

Repensar la pobreza, de Abhijit V. Banerjee y Esther Duflo, es un libro que se basa en analizar la pobreza desde la economía experimental. Según sus autores es "un giro radical hacia la desigualdad global".


En él se analizan varios de los aspectos más importantes en el mundo subdesarrollado: la educación, la sanidad, la nutrición y los microcréditos.

La educación presenta varios problemas como son la distancia existente entre las casas y las escuelas, lo que supone que los niños tengan que andar durante un largo y costoso camino. Otro inconveniente es la descualificación de los profesores, ya que la mayoría no tienen  si quiera el título de maestro, lo que hace que los jóvenes, aunque acudan a la escuela no obtengan una educación cualificada. El último y mayor problema es  el sentimiento de desmotivación propiciado tanto por sus padres como por sus profesores ya que cuando alguno presenta resultados inferiores al resto de los alumnos, en lugar de ayudarle con clases de apoyo, le recomiendan que deje la escuela. El resultado es el abandono escolar para comenzar a trabajar y llevar dinero a casa, por consiguiente perdura una alta tasa de alfabetización.

En cuanto a la sanidad pública los problemas son la falta de personal, pues en muchas ocasiones las enfermeras no acuden a su puesto de trabajo y la falta de medios, de preparación y de información. En este caso la información en muy importante. Un ejemplo hace referencia a la vacunación; las familias no están suficientemente bien informadas a cerca de los efectos positivos de la vacuna, y por ello pocas madres vacunan a sus hijos. Piensan que esta no es efectiva, cuando realmente podría no solo proteger al niño vacunado, sino también impedir que las personas de su entorno se contagiasen. 
A consecuencia de esto, la gente acude a consultas privadas en las que los médicos se basan en recetar medicamentos, lo que hace que las familias se contenten, pero esto es malo para ellos ya que gastan su dinero en un tratamiento que no es el adecuado. Por eso la población continúa enferma.

El hambre y la desnutrición son otros de los problemas más comunes y conocidos en todo el mundo. En algunos lugares como en la India la población está disminuyendo su consumo calórico per cápita porque demandan alimentos más caros pero con menos nutrientes. Prefieren menor cantidad con mejor sabor a mayor cantidad con más nutrientes. Las consecuencias de esto es que la población rural se encuentra sin fuerza para realizar tareas en las que se necesite actividad física.

Por último hablar de los microcréditos, algo no tan conocido en el resto del mundo. Consisten como su propio nombre indica en otorgar una serie de préstamos de muy baja cantidad a los pobres. El problema está en que los bancos no quieren conceder estos créditos por lo que las personas acuden a prestamistas, quienes imponen altos tipos de interés que derivan en endeudamientos e impagos de los prestatarios y, ante la presión de los prestamistas, en ocasiones llegan incluso al suicidio.

Finalmente, me gustaría comentar la historia de Pack Solhin. Un jornalero que debido a la subida de fertilizantes y del gasóleo se quedó desempleado. A raíz de eso, la mujer tuvo que emigrar a 130 km para trabajar, el hijo mayor dejó la escuela y los dos hijos menores comenzaron a depender de sus abuelos. 
Todo esto lleva a Pack Solhin a entrar en una profunda depresión de la que no puede salir ya que está demasiado débil para un trabajo físico, es inexperto para tareas cualificadas y es viejo para trabajar como aprendiz.
Esto es un ejemplo de la decadencia de un hombre en la que afecta tanto el factor trabajo, en base a la educación como la desnutrición que este experimenta en consecuencia de su desempleo.

Como podemos ver, todas estas situaciones dificultan claramente el desarrollo de países pobres, y supone que la mayoría de las familias se hallen sumergidas en una trampa de la pobreza de la que es prácticamente imposible salir.

La conclusión que el libro parece dar a entender es que pequeños cambios pueden tener efectos grandes.

sábado, 3 de enero de 2015

La crisis del euro comenzó en Grecia.

El origen del grave endeudamiento griego, que ha llegado a amenazar con contagiarse a otros países europeos, comenzó a agravarse en 2004, cuando el gobierno del entonces primer ministro, Kostas Karamanlís, aumentó cada vez más la ya abultada plantilla de funcionarios y muchas de sus prebendas. Se contrató hasta 2009 a más de 100 mil nuevos funcionarios a los que concedió sustanciosos incrementos salariales, que hizo subir las nóminas de los empleados públicos en un 70% y, en consecuencia la mayoría de las importaciones del país helénico se resintieron, tras una fuerte caída en 2009 la situación se ha estabilizó y el posterior decrecimiento ha sido más suave.

La caja de los truenos se destapó por la ocultación del verdadero porcentaje oficial del déficit, por debajo del 7%, según las estadísticas nacionales en 2009, pero que resultaron ser del 13.6%, a años luz del 3% que exige el Pacto de Estabilidad y Crecimiento a los 16 miembros de la euro-zona.

El país mediterráneo se vio obligado a recurrir a la ayuda de la UE y del Fondo Monetario Internacional (FMI) para evitar la bancarrota estatal. Un recurso que supone ceder parcialmente su soberanía y someter sus cuentas al escrutinio internacional.

El problema de la crisis en Grecia se debe, básicamente, a dos razones: el alto nivel de la deuda pública, déficit público que supera el 12 por ciento del Producto Bruto Interno (PIB) y a la falta de confianza de los inversores hacia el país.

Grecia no termina de salir aún a flote y la posibilidad de que entre en una moratoria de pagos cobra fuerza, lo que hace temer por un efecto dominó en todo el sistema bancario de Europa. Cuando se gasta más de lo que se produce, también se afecta la confianza. Europa hizo un esfuerzo inmenso para que Grecia cumpliera sus compromisos y atendiera a sus acreedores a cambio de reformas institucionales y contribuciones directas de sus ciudadanos que implicaban una merma de las políticas de bienestar social.



Estas medidas han hecho que el país entre en una turbulencia social, donde se han incrementado las manifestaciones, enfrentamiento de los ciudadanos contra las autoridades, protestas ante las oficinas gubernamentales, etc. El costo social a corto plazo es inmenso para no ir a la total bancarrota.


Los ajustes, recortes y subidas de impuestos y un ascenso del paro en niveles de récord) que suponen un esfuerzo para crear ahorro han erosionado el consumo (que en Grecia supone las tres cuartas partes del PIB). De hecho, es el país del euro en el que el gasto en las familias tiene más peso. Así mismo, como es de obviar, la crisis ha afectado al ahorro de los ahogares.

Indigencia ante el cartel "Grecia te quiero".
Las consecuencias son tremendas para la población. La desocupación, como ya se ha dicho, se ha disparado, el poder adquisitivo ha caído más de un 30% y unos 3,4 millones de griegos, según varias organizaciones independientes y los sindicatos, podrían vivir por debajo del umbral de la pobreza. 

viernes, 14 de noviembre de 2014

La década de los 60: cerca de 2 millones de emigrados

Cuando la década de los 50 avanzaba, la situación de España contrastaba fuertemente con la de los países industrializados de Europa: Alemania, Francia, Reino Unido, Suíza, Holanda... 

La historia económica de la posguerra española ofrecía características como una política de autarquía forzosa; escasez generalizada y hambres en sectores de la población paliadas; un ritmo de crecimiento económico muy bajo debido a que la producción del país era eminentemente agrícola y la industrialización se producía de manera muy lenta por la escasez de capital financiero y por las insuficiencias infraestructurales (carreteras, ferrocarriles...); a su vez, en esos años las tasas de crecimiento demográfico iban por delante de las tasas de crecimiento económico. En pocos años se pasó de los 28 millones de habitantes a los 31.

Fue una época dura que empujó a muchos a buscar mejores condiciones de vida en la emigración a Europa, y sobretodo a Alemania.


El flujo migratorio se intensificó a partir del Plan de Estabilización del gobierno español del año 1959, impulsado por el equipo tecnocrático dirigido por Ullastres, concebido como antesala de los Planes de Desarrollo, pero que forzó a numerosas empresas a cerrar o a realizar expedientes de crisis con los correspondientes despidos de trabajadores que pasaron a engrosar el paro.

     


La mayor parte de las personas que emigraban eran jóvenes que buscaban trabajo para enviar dinero a sus familias. Estos se subían a los trenes sin apenas conciencia de a donde iban.
Uno de los destinos era Nuremberg. Las personas que iban con contratos de trabajo en esa ciudad, tenían asegurada una residencia. Las expectativas a cerca de la que iba a ser su "casa", eran mucho mayores a como ésta sería realmente. 
Las condiciones de vida eran muy desfavorables, las habitaciones eran al menos para cuatro personas; las duchas estaban en la calle, y durante el frío invierno, solo podían lavarse en una gran pila que había en el interior de la residencia. 
Los españoles trabajaban sin descanso, durante más de 12 horas y sin condiciones de seguridad laboral.
Muchos enfermaban por el hambre, el frío y el cansancio.

En los momentos de reunión, de diversión, no iban apenas a los bares, ya que los alemanes sentían rechazo hacia ellos.
Uno de los lugares habituales para pasar el rato eran las estaciones, puesto que allí la temperatura era acogedora y podían ver si llegaban más compatriotas a realizar la misma y dura tarea que ellos desempeñaban en Alemania.


Con el paso del tiempo, comenzaron a tomar conciencia de la explotación que estaban sufriendo y se crearon sindicatos, poco a poco cada vez más apoyados por alemanes. De este modo, sus condiciones empezaron a mejorar, pudiendo alquilar una vivienda a bajo coste entre varias personas, en ocasiones incluso hasta entre varias familias.


Cuando la época de pobreza comenzó a desaparecer de España, muchos regresaron pero otros tantos permanecieron en Alemania, donde continúan viviendo.

Como consecuencia nuestros emigrantes a Europa apuntalaron de manera importante la economía española con sus remesas de divisas, hasta el punto de constituirse en el segundo capítulo en cuanto a ingresos en la balanza de pagos. El primero lo proporcionaba ya en aquellos años el turismo.
España ingresó a lo largo de los años 60 cerca de tres mil millones de dólares procedentes de los ahorros de los emigrantes. Este fenómeno produjo un impresionante aumento de los capitales y de la capacidad financiera de las cajas de ahorro y de algunos bancos.


jueves, 30 de octubre de 2014

Coltán, el oro negro del Congo.

El coltán, mineral oxido, es formalmente conocido como columbita-tantalite. Su principal productor es la República Democráticadel Congo con alrededor de un 80% de las reservas mundiales, si bien existen otros lugares de explotación  como Brasil con un 5% o Sierra Leona con otro 5% de las reservas, el resto, repartidas por todo el mundo.


Su uso se centra en la fabricación de nuevas tecnologías y es considerado como un bien no renovable, de ahí la importancia de su demanda, lo que incita a los habitantes de la Ruanda a su continua explotación. El problema está en que no se explota únicamente el material, sino también a las personas. El país se encuentra en una presión constante por parte de las partidas guerrilleras formadas individualmente en los distintos poblados. Cada mañana los congoleños caminan numerosos kilómetros hacia las canteras de coltán y trabajan durante días hasta conseguir suficientes kilos para venderlo, sin tener capacidad de negociar su precio. Pero frecuentemente  se cruzan soldados armados que exigen sobornos para que los trabajadores puedan continuar el camino, y si uno se niega, simplemente se deshacen de él.
Una vez los trabajadores han vendido su coltán, los nuevos dueños proceden a exportarlo a países como China o Bélgica. Este comercio es ilegal. La ONU lo prohíbe ya que se considera que está financiando la Segunda Guerra del Congo. Sin embargo los países importadores pueden excusarse por la ignorancia de información sobre el mineral, puesto que realmente en las facturas no aparecen  procedencia ni destino del mismo.

Lo que causa más estupor es que la presión no solo se da entre la población dedicada a la explotación del mineral, los soldados quieren causar el temor en las calles, saciándose con jóvenes que son continuamente violadas y golpeadas; buscan someter a todo el pueblo solo para conseguir riqueza.

Pero, ¿quién tiene la culpa de esta cuestión? Probablemente los países desarrollados, grandes empresas que se dedican a la fabricación de teléfonos móviles, ordenadores, tablets… también las personas que somos habituales compradores de este tipo de productos. Aunque el problema probablemente no tenga solución, contribuiría una reducción de la demanda de artículos por capricho. Hay que tomar conciencia individual de la pobreza mundial, y de las guerras que financiamos indirectamente para así contribuir hacia un bienestar global.
Pues a pesar de vivir en Occidente (en mi caso) podemos nacer en cualquier lugar del mundo, se trata de una ¨cuestión de suerte¨.


martes, 28 de octubre de 2014

Independencia Catalana.

Mas dispuesto a realizar un referéndum en Cataluña.

A pesar de que un procedimiento de este tipo afecte al conjunto de todos los ciudadanos españoles; ya que no está regulado el referéndum de ámbito exclusivamente autonómico(art. 92 CE), sin embargo, esto puede ser revisado formalmente por la vía del art. 168 CE.

Además de su inviavilidad legal, economistas afirman que esta acarrearía en su mayoría aspectos negativos para los propios ciudadanos catalanes. 


"Económicamente sería una ruina, tendría muchos mayores costes que beneficios", afirma Ángel de la Fuente, investigador del CSIC y doctor en Ciencias Económicas por la Universidad de Pensilvania. "Los catalanes sufrirían un empobrecimiento brutal durante años", afirma Mikel Buesa, catedrático de Economía aplicada de la Complutense de Madrid. El responsable del estudio <Concesuencias económicas de una hipotética secesión de Cataluña>, Ferran Brunet, miembro de SCC y profesor de Economía Aplicada de la Universitat Autónoma de Barcelona (UAB) apunta que, con un margen de error del 15%, la independencia provocaría una caída del 45% del comercio con el resto de España, unas implicaciones sobre el PIB "gravísimas y permanentes" y un aumento del 16% del desempleo. 
También varias fuentes de información revelan que la nueva Cataluña nacería con una deuda que podría triplicar a la actual y que la entrada en la Unión Europea, además, requeriría mucho tiempo.

En definitiva y debido a las evidencias, en este caso ni España ni Cataluña necesitan un cambio.